Recuerda, para poder curar heridas profundas, necesitamos dejarlas a la vista y conectar con ellas. Atrevete a sanarte.
Sanar las heridas emocionales no es una tarea fácil, ni rápida, sanar requiere aceptación, tomar consciencia de la necesidad del cambio, disposición, compromiso, valentía y organización para llevar tu proceso.
Ir a terapia no te crea, ni te destruye, pero sí te trasforma!!!
Sí te decides a iniciar tu proceso, te comento que brindo atención psicológica en mi propio centro llamado Sanare, ubicado en Grecia, Alajuela. Me encanta trabajar con las personas y poder ayudar en ese camino de sanación.
¡Recuerda, no hace terapia quien tiene problemas. Problemas tenemos todos. Hace terapia, quien quiere resolverlos!